martes, 18 de noviembre de 2008

¡Santo eres, oh Dios!

Gracias por tu amor Padre
Porque siempre has estado conmigo
Por mucho que yo me aleje de ti
Tu fidelidad nunca cesará.

¡Santo eres, oh Dios!
Solo mereces ser exaltado
Tu gloria es para siempre.

Quiero habitar en tu presencia,
Llamarte eternamente Papá
Y con toda tranquilidad poderte abrazar.

Tus caminos son justos,
Debemos ser como niños
Dejar todas las preocupaciones en ti
Y caminar cogidos de tu mano confiados
Pues de los niños es el reino de los cielos.

Quebranta nuestro espíritu Señor
Pásanos por el fuego, moldeanos.
Tenemos que ser cada vez más semejantes a ti
Tal como manda La Escritura.

Nunca de tus brazos quiero apartarme
Pues solo en ti estoy segura
Solo tú das seguridad y felicidad.
¡Eres mi fortaleza, eres la roca fuerte!

Que nunca cesen mis labios
Y mi corazón de alabarte y adorarte
Que mi vida sea testigo de ti
Para que este mundo llegue a creerte.
¡Quiero ver tu rostro
Tu mano obrar sobre mi y a través de mi!

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