martes, 18 de noviembre de 2008
Reflexión: "Salmo 78"
En el primer versículo el Señor nos exhorta a que le escuchemos. Diariamente nos habla pero el problema es que no buscamos escucharle. Pretendemos que nos hable de forma clara, cuando el utiliza muchas maneras de comunicarse con nosotros. Lo que sabemos de Papá, ya sea por medio de la palabra o por experiencias vividas, debemos de compartirlo con los demás, enseñarlo a los jóvenes, no subestimar el conocimiento en Dios, pues gracias al conocimiento obtenemos confianza y así logramos obedecer. El versículo 9 me llama la atención, porque dice que la tribu estaba armada, es decir, estaba todo listo pero por rebeldía no utilizaron lo que tenían. Vemos su mano en nuestras vidas, vemos como nos da líderes, pastores, un local, pero la rebeldía, enojo etc. no nos deja utilizar lo que Dios nos dio. Cuanto más tenemos, más queremos. Dios a Jacob le estableció una ley (verso 5), la tribu tenia conocimiento de ella, pero Dios al ver la infidelidad de ellos pues se enojo y su furia era como fuego (verso 21). Aun así seguían siendo mimados. Tenían en abundancia todo lo que necesitaban pero su avaricia no se calmaba. Era tanta la avaricia que vio Dios en la tribu que cayo furor sobre ellos, hasta el punto de quitar la vida de hombres. Cuando veían lo que ocurría buscaban a aquel que los había protegido, pero con hermosas mentiras, pues no le habían sido fieles. Los versos 38-39 dicen que Dios tuvo compasión de ellos pues recordó que eran como el viento, que se va y no vuelve pero eso de nuevo les hizo olvidarse y revelarse. Su rebeldía dio lugar a las consecuencias, Dios termino por apartarse (59-60) y dio a David (70- 72) lo que antes tuvieron otros.
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