Oración 7: sábado, 12 de enero de 2008

Señor me presento ante ti una vez mas, humillada, para dejar que tu santidad obre en mi, límpiame, moldeame y usame Señor. Gracias por darme la vida que me has dado, porque tú tienes tus perfectos propósitos para todo y para todos. Señor te ruego que conmuevas mi corazón para yo poder luchar afirmada contra la carne, principados y huéspedes de maldad. Quiero anhelar tu presencia en cada momento de mi vida, anhelar tu mano en mí. Yo te busco, yo te busco, con fuego en mi corazón. Te anhelo, te necesito, te amo mas que a mi ser. Señor reprendo en tu nombre, todo sentimiento de pereza que se deposite en nosotros, pues es muy dañino y a la vez es tan sutil… Haznos ver tanto a Lupe como a mí, como a todos tus hijos que debemos ser constantes en la oración y en la lectura de tu palabra. Danos esa carga a cada uno de nosotros, pues es fundamental para que tú puedas crecer en nosotros. Tus hijos quieren ser un mini-tu, en vez de cómo es conocido en la TV del mundo, el personaje de Mini-yo, pues Señor queremos ser un Mini-tu, no queremos agrandarnos nosotros, sino que tu seas el que resalte en nuestras vidas. Te doy las gracias por la vida de todas las personas que están a mi alrededor, tanto las que quiero como las que no, ayúdame a mirarles con tus ojos, en vez de con los míos. Ayúdanos a mirar más allá de los problemas, mirarte a ti y así poder distinguir cual es tu propósito con todo. En el nombre de Jesús, Amen.