lunes, 13 de abril de 2009

"El encuentro" By Maripaz

Nunca pensé que lo iva hacer, pero ya estoy decidida a seguir en la aventura de ser yo misma, disfrutar de este éxodo.
Si, estaba en un lugar de ensueño, descansando, viajé desde mi querido hogar, a un paraiso, a la tranquilidad, paraiso de mi juventud, he vuelto a encontrarme, mientras escucho tumbada música, mi alma descansa del trabajo y de ti, medito en lo que me importa. No es un lugar muy bello, pero esa piscina, esas palmeras en el centro de ella, el cesped y sobre todo el sol me son suficientes para apaciguar mi corazón. Ya no te tengo dentro, solo me quedan recuerdos tristes, porque te amé, al menos pense yo lo que pudo ser y no ocurrió.
Subo al apartamento recogiendo mis cosas, la bolsa, la toalla, la crema protectora, me despido del socorrista. !Hasta mañana! y le oigo decir: !Hasta mañana!.
Dentro del ascensor me contengo el ánimo, estoy que voy a explotar, adentro una vez cerrada la puerta lloro y gimo en un lugar escondido allí en mi habitación, mi alma se encoje sabiendo que ya no estas que te has ido por tu libre albedrío.
El silencio esconde la razón del porque no estas, de porque no sigues a mi lado. Silencio, silencio, silencio, la espera y la quema me abrasa, el momento me implora que suplique a lo alto, allí podré descansar, en ese rincón, en donde mi alma se espande y se abre como una ventana de par en par para que el aire respire, para que la luz brille, para que de nuevo el sueño y la ilusión de abrir nuevos orizontes me despierte y camine por ese cometido.
Soy mujer de talante alto, tez clara, pelo rubio, con una dirección firme, con un corazón de hierro, pero no frio por el invierno, ni por la dureza de tus palabras, ni por tu queja, ni por tus filosofias, es de hierro por el esfuerzo, costancia y trabajo que desde niña fui aprendiendo a vivir en la crudeza, en las alegrías, en la soledad, en la amistad, en el encuentro de la verdad de la vida, del sentido del vivir, soy de hierro por que siento, porque vivo, porque mi corazón se abre, se motiva, se inquieta, se preocupa y porque no, se lamenta. El hierro es duro, sí, pero cuando se funde con el calor se vuelve caramelo, suave, moldeable, brasa que quema, que purifica; !Niña! no te escondas, ¿A donde vas?, ¿Pareces un erizo? ¿Porque escondes tu cabeza?, te sientes como la tortuga que quieres avanzar pero que tus pasos son lentos, !No te impacientes!, no te desalientes, sí, yo se que quieres hablar, tienes miedos, tienes hambre, si!, de justicia.
Me levanto por tu lucha de querer saciarte, me doy, me acerco a la cocina, preparo un plato al que le echo un pure de verduras, !toma, come! saciate hasta el alma y recobra fuerzas.
Sé mujer, no basura, sé alimento para dar vida, se la que quiso ser pero llenate de mi aire. El aire que da vida, el viento que siento que padeció y se dío.
Lava tus vestidos en la fuente de vida, incorpórate y arregla tu aspecto, tu semblante hermosealo con alegres melodías, piensa, ordena tus ideas y no temas, yo te ayudo, soy mujer y soy de hierro.
Sí, cuando digo esto es porque realmente lo siento, si, ahora ya puedo arreglarme, e ir a pasear.
Saldré por el paseo marítimo, luego iré a tomar un helado y mañana será otro día en el que seguiré en el empeño de seguir adelante con el propósito que tengo y quiero hacer...Seré yo misma disfrutando de mí en esta aventura de aceptar mi condición y mi posición.